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Materias primas: una inversión alternativa

El pasado jueves, en CEDEU Centro de Estudios Universitarios, tuvimos el privilegio de acoger una Masterclass excepcional a cargo de Marta Escribano, una de las voces más destacadas del panorama financiero actual, bajo el título: “Materias primas: una inversión alternativa”.

Desde el primer momento, Marta conectó con el público compartiendo su entusiasmo por el mundo de las materias primas, un sector que, según sus propias palabras, le apasiona profundamente y que está llamado a jugar un papel cada vez más relevante en los mercados globales.

 

¿Qué son las materias primas?

Durante la sesión, Marta explicó que las materias primas (o commodities) son bienes básicos que se extraen directamente de la naturaleza. Su principal característica es que son genéricas: el oro producido en Australia es indistinguible del oro producido en Canadá. No obstante, sí pueden diferenciarse por calidad en algunos casos, como el café arábica frente al robusta.

Las materias primas se clasifican generalmente en:

  • Hard commodities: Energía (petróleo, gas natural), metales preciosos (oro, plata, platino, paladio) y metales industriales (hierro, níquel, aluminio…).
  • Soft commodities: Productos agrícolas como trigo, café, cacao, azúcar o ganado.

 

¿Por qué invertir en materias primas?

Marta subrayó que las materias primas no solo son una inversión alternativa, sino también una herramienta clave para diversificar carteras, especialmente en un contexto de inflación o incertidumbre económica.

Uno de los ejes de la sesión fue el ciclo de las materias primas, mucho más largo y marcado que el de otros activos. Se trata de superciclos que pueden durar hasta tres décadas, y cuya comprensión es esencial para invertir con éxito: entrar en el momento adecuado puede traducirse en rentabilidades extraordinarias, mientras que hacerlo en el pico del ciclo puede implicar décadas de pérdidas.

 

Oferta, demanda y escasez: las claves del mercado

Otro concepto central fue la inelasticidad de la oferta y la demanda en el corto plazo. Marta ilustró cómo el consumo de ciertos productos (como el trigo) no cambia drásticamente ante variaciones en los precios, y cómo los grandes proyectos (minas o pozos petrolíferos) requieren años de planificación e inversión.

Esta rigidez provoca desequilibrios que generan oportunidades: cuando la demanda crece, pero la oferta no consigue ajustarse, se crean situaciones de déficit, que suelen ir acompañadas de una fuerte subida de precios.

 

Un presente de escasa inversión… y alto potencial

Según diversos informes citados durante la sesión (como los de Goldman Sachs o UBS), estamos viviendo un periodo de inversión insuficiente en materias primas. Desde el pico de inversión en 2014, muchos sectores han visto estancada su capacidad productiva, mientras que la demanda global –especialmente por parte de economías como China e India– sigue creciendo.

Esto anticipa un posible escenario de escasez y subida de precios, lo que convierte a las materias primas en una alternativa especialmente atractiva para los próximos años.

 

La “vieja economía” vuelve al centro del tablero

Un punto muy interesante de la ponencia fue la conexión entre la nueva economía (tecnología, inteligencia artificial) y la vieja economía: Marta recordó que no hay transición energética sin metales, ni inteligencia artificial sin energía. La narrativa de que podemos avanzar tecnológicamente sin contar con recursos naturales como los metales o la energía, es, sencillamente, irreal.

 

Sectores destacados: energía y metales

La conferencia cerró con un análisis de los sectores más prometedores:

  • Metales preciosos: Las mineras de oro, por ejemplo, están generando importantes flujos de caja en un entorno de precios del oro en máximos históricos, pero sus valoraciones en bolsa siguen en niveles muy bajos.
  • Energía: Actualmente, el sector más infravalorado del S&P 500, con altos márgenes y sólida generación de caja.

 

Conclusión

Marta Escribano dejó claro que las materias primas no solo son una inversión alternativa: son un componente esencial en la economía global, con ciclos propios, riesgos específicos y oportunidades únicas. En un entorno de inflación, tensiones geopolíticas y cambio estructural, su papel es más relevante que nunca.

Desde CEDEU agradecemos a Marta su brillante intervención, su cercanía y su capacidad para hacer accesible un tema tan complejo como apasionante. Sin duda, fue una sesión que dejó huella en todos los asistentes.